Pestañas

viernes, 27 de enero de 2012

Los Estudios por Imágenes más Comunes Pueden Dañar la Tiroides



La tintura de yodo para realizar los diagnósticos por imágenes puede dañar la glándula tiroides, lo que aumenta el riesgo de futuras enfermedades, sugiere un nuevo estudio.

Un equipo de Estados Unidos descubrió que las personas con signos de enfermedad tiroidea eran entre dos y tres veces más propensas que un grupo de control a haberse realizado un estudio diagnóstico por imágenes con tintura de yodo.
Esto no prueba que la tintura sea la causa del problema, pero los expertos coinciden en que podría serlo porque las dosis altas de yodo desequilibran el funcionamiento de la tiroides.
La dosis de tintura que se administra durante esos exámenes supera varios cientos de veces la cantidad diaria recomendada de 150 mcg.
"Es una dosis muy, muy alta, que realmente excede la cantidad a la que los pacientes estarían expuestos", opinó el coautor del estudio, doctor Steven Brunelli, del Hospital de Brigham y las Mujeres, en Boston.
En el mundo, cada año se administran unos 80 millones de dosis de tintura de yodo. Esta sustancia química afecta los riñones, pero hasta ahora sólo existía evidencia anecdótica de que también podría dañar la tiroides. Por ello, los médicos no suelen mencionar los posibles efectos adversos para la glándula.
Los resultados que el equipo de Brunelli publica en Archives of Internal Medicine surgen de 400 pacientes tratados en el Hospital de Brigham y las Mujeres o en el Hospital General de Massachusetts, y que luego desarrollaron hipotiroidismo o hipertiroidismo.
El equipo comparó a ese grupo con otro de más de 1.400 pacientes con función tiroidea normal (grupo de control).
Las muestras de sangre revelaron que las personas con hipertiroidismo eran dos veces más propensas que el grupo de control a haberse realizado una tomografía computada (TC) o un cateterismo cardíaco con tintura de yodo.
Al considerar a los pacientes con signos de enfermedad tiroidea, la relación se volvió aún más sólida e incluyó el hipotiroidismo.
Si esto representa una relación de causa y efecto, significa que habría un caso extra de hipertiroidismo cada 33 pacientes expuestos a la tintura y otro de hipotiroidismo por cada 36 pacientes.
En el estudio, el hipotiroidismo, pero no el hipertiroidismo, se corrigió con el tiempo.
Para Brunelli, los resultados deberían hacer que los médicos sean más cautelosos con el uso de los diagnósticos por imágenes con tinturas, aunque recomendó que los pacientes no rechacen hacerse esos estudios cuando sean necesarios para prevenir trastornos tiroideos.
"Todas estas alteraciones tiroideas se pueden tratar", aclaró.
El doctor Jeffrey A. Kline, que investiga los efectos de las tinturas de yodo, elogió la publicación del estudio, pero señaló algunas limitaciones.
"Nos dice que las muestras de sangre de algunos pacientes incluyen valores anormales después (de los diagnósticos por imágenes), pero desconocemos exactamente su significado para los pacientes", dijo Kline, que dirige los estudios sobre emergentología del Centro Médico Carolinas de Charlotte, en Carolina del Norte.
Kline estimó que uno de cada 1.000 pacientes expuestos a la tintura desarrolla una alteración tiroidea tan molesta como para consultar al médico. Por eso, aclaró, el daño renal que la tintura produce en uno de cada 10 pacientes es un problema mucho más grave.
Es más, los estudios por imágenes también exponen a los pacientes a dosis de radiación, lo que elevaría levemente el riesgo de desarrollar cáncer.

Fuente: Publico.es


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